Prácticamente todo el mundo se ha puesto a dieta alguna vez, y casi todo el mundo lo hace por su cuenta, sin acudir a un nutricionista o un endocrino, ello favorece que se generen falsos mitos sobre qué engorda y qué no… vamos a desvelar algunos.
Muchas de las creencias que se tienen a cerca de la alimentación y de qué cosas engordan y cuáles no, son erróneas. Los nutricionistas conocen perfectamente los mecanismos que utiliza el cuerpo cuando se pretende adelgazar, y cuál es la correcta combinación de alimentos para conseguirlo, vamos a desmontar unos cuantos mitos referentes a las dietas.
El ayuno alarga la vida y ayuda a adelgazar. FALSO
Hace casi 100 años, se llevaron a cabo diversos estudios en los que se demostró que los ratones que consumían menos calorías de las que necesitaban vivían más que sus compañeros genéticamente iguales y a los que se alimentaba más. Extrapolando esos datos, se pensó que lo mismo podía suceder con todas las especies de mamíferos, pero los resultados que se obtuvieron con otros mamíferos, no fueron concluyentes. Para estar saludables todos los nutrientes que nuestro organismo necesita, deben de estar presentes en la dieta y cuando alguno de ellos se excluye o no se toma en las cantidades suficientes, es cuando aparecen los problemas de salud. Respecto a si ayuda o no para adelgazar, hoy en día se ha demostrado que el ayuno y los periodos en que el organismo pasa hambre, se produce una ralentización del metabolismo que el cuerpo utiliza como defensa ante la escasez de nutrientes, y se pone en modo ahorro, haciendo que en la siguiente comida almacene todo lo que pueda para la próxima vez que vuelva a tener hambre, con lo cual, tampoco ayuda a la hora de perder peso. La forma más común en que el organismo almacena energía es en forma de grasa subcutánea.
Para perder peso, es necesario hacer ejercicio. FALSO
Se pierde peso cuando se ingieren menos calorías de las que el cuerpo necesita para funcionar, por lo tanto, la pérdida de peso, depende fundamentalmente de lo que se come. Se puede realizar mucho ejercicio, pero si no se cuida la dieta, no se pierde un solo gramo. Es cierto que realizar ejercicio, al hacer que se quemen calorías y que se incremente la masa muscular (dependiendo del tipo de ejercicio que se realice), ayuda a que la pérdida de peso sea más rápida, y además produce otros efectos muy beneficiosos en el organismo, pero no es imprescindible hacer ejercicio para perder peso. 
Los alimentos light no engordan. FALSO.
Para que un alimento sea considerado light, debe tener un aporte calórico 30% menor que su versión no light, pero esta clasificación, puede llevar a muchos consumidores a la confusión ya que piensan que los alimentos light no engordan y que por lo tanto, se pueden tomar doble ración. Un alimento que realmente aporte muy pocas calorías, según la legislación vigente, debe de estar etiquetado como “bajo valor energético”, con lo que no puede tener más de 40 calorías por 100 gramos. Muchos alimentos etiquetados como light son muy calóricos de por sí, como por ejemplo la mayonesa light. Por ejemplo, es muy ilusorio pensar que las patatas fritas o las margarinas light no engordan. Los refrescos, por ejemplo, tienen un aporte calórico mínimo, aunque no obstante, tienen una cantidad suficiente de calorías como para favorecer la ganancia de peso si se consumen en cantidades excesivas. En conclusión, hay que tener mucho cuidado con ellos.
Los productos que inhiben la absorción de grasas ayudan a perder los kilos de más. VERDADERO
Hay que tener mucho cuidado a la hora de elegirlos, ya que no todos tienen las 
propiedades que se les atribuyen y algunos actúan de forma que pueden provocar daños en el organismo. Hay que tener presente que las grasas son un alimento indispensable para el cuerpo humano a parte de por su poder energético por las vitaminas que se encuentran disueltas en ellas. Cuando el aporte de grasas constituye un aporte excesivo, el organismo las almacena y se forman depósitos haciendo que estemos más gordos. Si conseguimos evitar su absorción que pueden representar el 40 ó 50% de las calorías ingeridas, combatiremos su almacenamiento y por lo tanto el incremento de peso. Normalmente están compuestas por un gel que impide la absorción de las grasas en el aparato digestivo, pero pueden tener efectos nocivos para el cuerpo por lo que no es recomendable tomarlas sin que un médico nos realice un seguimiento.
Las embarazadas deben comer por dos. FALSO
Los problemas de sobrepeso de las madres embarazadas repercuten negativamente en el feto. Una mujer embarazada no debe ganar más de 12Kgs de media durante toda la gestación si parte de un peso normal, si ya sufre sobrepeso, lo ideal es que no supere los 9 kilos de ganancia. Es cierto que debe de incrementar su aporte calórico entre 200 y 300 calorías al día para cubrir sus nuevas necesidades nutricionales, pero nunca comer por dos. Ese incremento debe estar compuesto por alimentos saludables y ricos en vitaminas y minerales.
Todas las grasas son malas. FALSO
Existen muchas grasas, que a grandes rasgos se podrían dividir en buenas y malas, según el impacto que tienen en el nivel de colesterol y triglicéridos. Pero no se puede renunciar a ellas ya que, por ejemplo, algunas vitaminas sólo se encuentran disueltas en las grasas, y son imprescindibles para sintetizar hormonas y la formación de las membranas celulares entre otras cuestiones. Se debe vigilar la cantidad de grasas que se toman y la calidad de las mismas, ya que su exceso en la dieta puede provocar obesidad.
Para adelgazar hay que eliminar los hidratos de carbono. FALSO
La eliminación de los hidratos de carbono, pone al cuerpo en un estado denominado cetosis, que es peligroso para los riñones y otros órganos si se prolonga mucho tiempo. En las dietas que eliminan los hidratos de carbono de forma total, se produce un aumento de los triglicéridos, fatiga y una perdida excesiva de agua y de masa muscular. Hay que recordad que la pérdida de peso se consigue con una dieta equilibrara que incorpore todos los grupos nutricionales para que la pérdida de peso sea saludable y para no tener efecto rebote una vez que se deje la dieta. Lo ideal es reducir su consumo, y procurar no tomarlos pasadas las seis de la tarde, hora a partir de la cual, solemos bajar nuestro ritmo de vida y el gasto calórico es menor. Los hidratos de carbono, tienen bastantes calorías, y se asimilan de forma lenta en el organismo, por lo tanto, si los ingerimos por la tarde o en la cena, el organismo al no tener posibilidades de quemar energía ya que lo normal es que por la noche estemos durmiendo, almacenaría el excedente en forma de grasa.
Es bueno comer sentado. VERDADERO.
Si nos sentamos a la hora de comer, esto hace que comamos más despacio, nos saciemos antes al masticar mejor y por lo tanto comamos menos. Un estudio canadiense desveló que comer de pie puede aumentar la ingesta de calorías hasta un 75%
Beber agua ayuda a adelgazar. VERDADERO.
Una investigación desarrollada en la Clínica Universitaria Charité de Berlín, aseguró que la ingesta de agua refuerza los efectos de una dieta de adelgazamiento. Si incrementamos nuestro consumo de agua en un litro al día cuando nos sometemos a una dieta de adelgazamiento, perderemos peso más rápidamente.
Las dietas depurativas ayudan a perder peso. VERDADERO
Las dietas depurativas se basan en limpiar el hígado fundamentalmente de impurezas. El hígado es el encargado de filtrar la mayoría de los desechos del organismo y si está saturado de toxinas por una alimentación poco saludable, le costará más trabajo metabolizar la grasa cuando nos ponemos a dieta, por lo tanto, si hacemos una dieta depurativa para limpiar el hígado, conseguiremos bajar de peso de forma más eficiente cuando nos pongamos a dieta.
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