Según un estudio desarrollado en la Universidad de Brigham Young en Utah USA, mirar muchas fotos de comida puede hacer que tengamos menos hambre y que comamos menos.
Esto se debe a que en gran medida, la exposición a dichas imágenes acaba aburriendo al que las ve, en un proceso llamado “aburrimiento sensorial” y tengamos sensación de saciedad mucho antes.
La tendencia que tienen algunas personas a fotografiar todo lo que se llevan a la boca para volcarlo en plataformas digitales como Pinterest o Instagram, puede mermar el apetito y hacer que la experiencia gastronómica sea menos divertida. “En cierto modo, te cansas del sabor mucho antes de haber probado la comida, o aburrimiento sensorial” según explica Ryan Elder, que es coautor del trabajo y que añade que la sobreexposición a imágenes de alimentos aumenta la sensación de saciedad.
Según este experimento, se demostró que se disfruta mucho menos de un postre tras haber estado viendo imágenes de dulces y chocolate y se disfruta mucho menos del primer bocado. Esto mismo ocurre si observamos fotos de alimentos salados, antes de comernos unos cacahuetes, por ejemplo.
Esto es muy interesante para las personas que están a dieta, ya que de esta forma, podremos sentirnos saciados antes y sobre todo, que nos dejen de apetecer alimentos poco saludables. Por ejemplo, podemos ver imágenes de hamburguesas o patatas fritas antes de comer, y así después nos apetecerán menos este tipo de comidas.
Una cosa es muy importante, para que esto suceda, hay que ver muchas fotos, si no, si vemos solo un par de ellas, se obtiene el efecto contrario, y tendremos más ganas aún de comer esos alimentos.
Por lo tanto… cuando estamos a dieta, nos ayudaría darnos un atracón de fotos, antes de cada comida.
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